¿Cuántas horas has perdido buscando el “producto ganador”?
Seamos honestos. Si llevas más de dos semanas viendo TikToks de dropshipping y aún no has lanzado tu tienda, ya caíste en la trampa: la obsesión por encontrar el producto ganador. Y no te culpo, todos pasamos por ahí. Es normal al comienzo, pero también es una etapa que hay que superar si realmente quieres resultados.
Déjame decirte algo que nadie en YouTube se atreve a decir:
No existe el producto ganador. Existe la tienda ganadora.
Buscar el santo grial del ecommerce solo te mantiene distraído de lo realmente importante: construir algo con fundamento, con visión, con marca.
Y sí, duele aceptar que todo ese tiempo en grupos de Telegram, espiando en Minet, buscando “los productos más virales de 2024, 25, 26, 27”… es tiempo perdido. Pero es justamente ahí donde comienza el cambio.
Porque mientras tú buscas “el producto”, otros ya estamos vendiendo todos los días con tiendas bien armadas que no dependen de modas ni de algoritmos.
La mentira del producto milagroso
La idea del producto milagroso es como una historia de unicornios en el e-commerce: linda, emocionante… y completamente irreal.
Sí, algunos productos se viralizan. Pero si por fin encuentras uno, ya estás llegando tarde. Porque el juego es este:
🔹 Lo ves hoy en TikTok
🔹 Ya está en Shein, Temu, Amazon y todos los ads de MercadoLibre.
🔹 En menos de un mes ya nadie quiere verlo
La gente que te vende cursos basados en “productos ganadores” no te cuenta esto porque no les conviene: viven de mantenerte buscando. Pero la realidad es dura:
Todo producto ganador es temporal. Y cuanto más viral, más rápido muere.
¿Quieres ejemplos?
Cepillos alisadores, limpiadores ultrasónicos, masajeadores de cuello, botellas con luz LED… y los cargadores inalámbricos para iPhone, de estos importé yo mismo de china y tengo 4 cajas haciendo estorbo en cuarto de huéspedes. Todos tuvieron su momento. Pero ninguna marca seria vive de uno solo. ¿Por qué? Porque los verdaderos negocios construyen ecosistemas, no modas.
Creer en el producto milagroso es como apostarle al billete ganador de lotería todos los días. Puedes intentarlo, claro. Pero no construyes riqueza con suerte. Se construye con estructura.
La verdad que nadie te dice: madurez empresarial
Vamos al grano: si llevas meses “preparándote” y aún no lanzas tu tienda, no estás investigando. Estás postergando.
El ecommerce no premia al que más investiga, premia al que más construye.
Buscar el producto perfecto es la excusa más común para no actuar. Te mantiene ocupado, pero no te acerca ni un milímetro a una tienda real, con tráfico, con conversiones, con marca.
¿Quieres dejar de jugar al dropshipping y empezar a emprender en serio?
Entonces necesitas madurar como emprendedor. Esto no se trata de suerte ni de tendencias, se trata de estructura, nicho, marca, posicionamiento.
“Un negocio real no se basa en encontrar algo viral, se basa en construir algo valioso.”
Mientras sigues buscando tu unicornio, hay otros vendiendo 10 productos distintos en un mismo nicho, posicionados en Google, con una comunidad que les compra sin pensar dos veces. Eso no es casualidad, es visión y método.
Entonces, ¿qué sí funciona?
Ahora que ya soltaste la idea del producto mágico, toca enfocarse en lo que de verdad construye una tienda rentable y duradera.
¿Qué tienen en común las tiendas que venden todos los días?
- No apuestan todo a un solo producto
- Se enfocan en un nicho específico
- Tienen branding, estructura y una experiencia clara de usuario
- Aparecen en Google cuando buscas lo que venden
- Y lo más importante: tienen comunidad
Una tienda bien hecha puede tener 10 productos, 20 o 100. Lo importante es que todos hablen el mismo idioma: el idioma del nicho.
Y cuando eso pasa, el tráfico orgánico fluye, los clientes confían y los ingresos no dependen de una moda efímera.
“No necesitas viralidad, necesitas coherencia. El dinero está en el nicho, no en el trending.”
Una marca bien posicionada puede rotar productos, hacer combos, lanzar nuevos sin miedo. Porque no depende de uno solo para sobrevivir.
Eso es lo que tú deberías estar construyendo ahora. Y si no sabes por dónde comenzar, tranquilo: para eso estoy aquí.
Pero… si igual necesitas empezar con un producto
Te entiendo. Yo también pasé por esa etapa.
También me vi atrapado entre videos de TikTok que decían “este es el producto millonario de la semana”, y terminé abriendo 20 pestañas de productos que jamás lancé. Me cansé de buscar lo perfecto. Hasta que entendí que lo que necesitaba era avanzar.
Así que sí: aunque el producto ganador no existe, sí necesitas un buen punto de partida.
Pero uno que tenga sentido, no solo palabras bonitas.
¿Qué debe tener ese primer producto?
- Ticket medio accesible: entre $80.000 y $200.000 COP, de 20 a 50 USD.
- Soluciona un problema claro: no un capricho, una necesidad.
- Margen suficiente: al menos el 40% sobre el costo, porque vender sin ganancia no es negocio.
- Volumen buscado: entra a Mercado Libre, busca si se vende. ¿No aparece? Corre.
- Potencial de branding: si no puedes hacerle marca, mejor no lo empieces.
“No busques el producto que más se vende, busca el que tiene más sentido para tu nicho.”
Hoy, antes de lanzar algo, me pregunto:
¿Puedo escribirle un nombre? ¿Puedo hacerle un logo? ¿Puedo crearle una historia?
Si la respuesta es no, paso al siguiente.
Porque un producto sin historia es solo un objeto. Pero uno con historia… ese sí puede venderse todos los días. En pocos casos comienzo tiendas donde todo lo determina la marca, pero si existen algunas excepciones donde tienes acceso a un margen importante de una maraca ya posicionada, esa también es una clara oportunidad para aprovechar.
El modelo de dropshipping que sí funciona (y casi nadie aplica)
Este sí te lo digo por experiencia propia.
Una de las formas más efectivas de hacer dropshipping —y que casi nadie está aprovechando— es asociarte con fabricantes locales: artesanos, agricultores, creadores de productos únicos. Personas brillantes en lo que hacen, pero completamente desconectadas del mundo digital.
Ellos producen, tú vendes.
Y si logras que despachen directamente al cliente (que muchos lo hacen encantados), tienes entre manos un negocio con propósito, escalable y sin necesidad de inventarios.
Yo lo hice con un fabricante de morrales en Colombia. Él creaba a mano piezas brutales, pero no sabía ni qué era una landing page. Le propuse manejar su tienda, redes y marketing. En pocas semanas ya estábamos vendiendo y creciendo con una marca real.
Y esto no es un caso aislado. He visto tiendas con este modelo facturando más de $3.000 dólares por semana, con productos que tienen historia, identidad y alma.
“Apodérate de la presencia digital de un pequeño fabricante y construye una marca que facture de verdad.”
Conclusión: no necesitas un producto ganador, necesitas un sistema ganador
Si algo quiero que te quede claro hoy es esto:
Deja de buscar el producto milagroso. Empieza a construir un negocio real.
Yo pasé por ahí. También me obsesioné con encontrar “el indicado”, ese producto que iba a cambiarlo todo.
Y perdí tiempo. Tiempo valioso.
Hasta que maduré y entendí que lo que de verdad funciona es tener un sistema: nicho, marca, posicionamiento, contenido, comunidad.
Y si lo haces bien, cualquier producto que metas al sistema puede volverse ganador. Pero ya no por suerte… sino por estructura.
“El producto ganador no se busca. Se crea dentro de una tienda ganadora.”
Hoy, después de haber lanzado y asesorado decenas de tiendas online, te lo puedo decir sin rodeos:
Sí se puede. Pero no solo.
Y si esto que leíste te hizo clic, ya sabes lo que sigue.
Nos vemos del otro lado.