Si estás pensando en montar una tienda online vendiendo productos de China… detente.
Te lo digo con la sinceridad de quien ya pasó por ahí y ha acompañado a decenas de emprendedores a hacerlo también, a través de mi agencia Drunel Labs. El dropshipping desde China es hoy una ilusión peligrosa, una promesa vacía que sigue circulando por redes como si estuviéramos en 2017. Pero no, ya no es 2017. Hoy el juego cambió, y si sigues apostándole a ese modelo estás entrando a un callejón sin salida donde perderás dinero, energía y algo más valioso, la fe en el comercio electrónico.
Y sé que eso suena fuerte, pero si no te lo digo yo, ¿quién?
Mi experiencia (Testimonio real)
Yo también me dejé seducir por la idea del dropshipping desde China. En su momento sonaba lógico: productos baratos, sin inventario, márgenes atractivos y la promesa de una tienda funcionando “en piloto automático”. Pero la realidad fue otra: entregas eternas, clientes furiosos, reembolsos constantes y una marca que nunca existió.
Años después, desde Drunel —la agencia que fundé para ayudar a emprendedores a crear tiendas que sí venden— he visto lo mismo repetirse una y otra vez. Gente que llega frustrada, con mil cursos encima, cero ventas y una montaña de errores que alguien les vendió como “el modelo más fácil para empezar”.
Créeme, si ese camino funcionara, yo sería el primero en enseñarlo. Pero lo único que ha dejado es gente quemada, y proveedores más ricos a costa de revendedores ingenuos.
Por qué ya no funciona el dropshipping de productos Chinos
Si alguna vez funcionó, eso ya quedó atrás. El dropshipping de productos chinos hoy está muerto, y hay razones muy claras por las que no volverá.
Empecemos por lo más obvio: Temu y Shein llegaron a Latinoamérica como una aplanadora. Ya no necesitas esperar 60 días por un envío chino; ellos entregan en menos de 15 días y con precios que ningún revendedor puede igualar. ¿Cómo compites con eso? No puedes.
Y lo que es peor, las plataformas o marketplaces de este modelo —Rocketfy, Dropi, Cartzy y similares— están plagadas de importadores que consiguen los mismos productos al por mayor, y luego los revenden más barato en MercadoLibre, Falabella y sus propias tiendas. ¡Más barato de lo que tú los compras para revender!.
Y aquí viene el truco sucio: muchos proveedores suben productos en esas plataformas para ver si “pegan”. Dejan que tú les pongas pauta, que tú quemes presupuesto, y si el producto se empieza a mover, te lo quitan y lo empiezan a vender ellos mismos directamente. Te usaron como conejillo de indias y ni las gracias dan.
¿Y si por alguna razón el proveedor no lo vende directo? No importa, porque si un producto tiene éxito, en 20 días lo tienes en Dollarcity o reventando ventas en MercadoLibre, donde tú jamás podrás competir ni en precio ni en velocidad.
¿Resultado? Te quedas con una tienda sin identidad, sin margen, sin clientes fieles y con el alma hecha trizas.
La falsa promesa que te vendieron
Te vendieron la idea del dropshipping como si fuera el nuevo billete de lotería del siglo XXI.
“No necesitas inventario, no necesitas empleados, puedes trabajar desde la playa mientras haces dinero dormido”. ¿Te suena? Claro que sí, porque es lo que inunda TikTok, YouTube y todos esos cursos con promesas mágicas.
Pero la verdad —y perdón si esto incomoda— es que el único que se hizo rico con ese cuento fue el que te vendió el curso.
Ellos no tienen tiendas, tienen embudos. No hacen dropshipping, hacen marketing vendiéndote sueños. Y tú, con toda la buena fe del mundo, caíste como muchos otros.
Pero tranquilo, no es tu culpa. Lo entiendo. Porque cuando estás empezando y alguien te dice que puedes tener tu propio negocio sin invertir en productos, sin saber de marketing, sin hacer marca… claro que suena tentador.
El problema es que es una fantasía mal contada. Una que deja a miles con la billetera vacía y la motivación hecha pedazos. Y lo peor de todo: sin haber aprendido nada útil para montar un negocio real.
¿Significa esto que el eCommerce no funciona?
¡Para nada! El eCommerce no solo funciona, está explotando. Lo que no funciona es el eCommerce sin identidad, sin estrategia y sin control del producto.
En toda Latinoamérica hay miles de tiendas online rentables, de nicho, con marca y con clientes que repiten. ¿Ejemplos? A montones:
- Tiendas de calzado artesanal para mujeres con pies pequeños.
- Ropa diseñada exclusivamente para embarazadas o madres lactantes.
- Comida natural deshidratada para mascotas con problemas digestivos.
- Suplementos naturales para veganos que entrenan.
- Accesorios de cuero para motociclistas.
- Cosmética con ingredientes ancestrales para pieles oscuras.
Son tiendas con alma, con propósito, con comunidad. No están peleando por el mismo reloj chino que ya está en Shein, sino que han creado una marca donde el cliente se siente parte de algo.
Y lo mejor: muchas de ellas empezaron con bajo presupuesto, pero con una estrategia clara. Ese es el modelo que sí funciona.
¿Pero cómo vendo si no tengo capital para comprar inventario?
Ahí es donde entra el dropshipping de verdad, el que sí tiene futuro.
Porque sí, puedes hacer dropshipping. Pero no con un proveedor chino que ni sabe que existes. Lo puedes hacer con fabricantes locales, artesanos, distribuidores nacionales o importadores pequeños que no tienen idea de marketing, ni presencia online, ni mucho menos pauta.
Tú te apropias de ese producto. Lo conviertes en una marca. Le creas una historia, una comunidad, una experiencia. Y lo vendes como nadie más lo está haciendo.
¿Quién te impide vender esa mermelada orgánica de una señora en el campo que no tiene ni Instagram? ¿Quién te prohíbe montar una tienda con cojines hechos a mano por una fundación de mujeres indígenas?
Ese es el dropshipping que sí funciona: el que tiene corazón, propósito y estrategia. Donde tú no eres un revendedor más, eres el puente entre un gran producto y el cliente correcto.
¿Qué modelo sí funciona hoy? (Y por qué es el que enseño)
Yo lo repito como un mantra, y no me canso de decirlo: la única fórmula duradera en el eCommerce hoy es construir una tienda de nicho, con marca y posicionamiento orgánico.
¿Qué significa eso? Que no puedes depender solo de pauta. No puedes vender lo mismo que mil personas venden. No puedes lanzar una tienda genérica y esperar resultados. Eso murió.
Pero si eliges un nicho real, uno con dolores claros y deseos profundos… si creas una marca con personalidad, con una historia, con contenido útil y comunidad, entonces tienes un negocio de verdad.
He visto tiendas de productos para perros con alergia, crecer solo con SEO y reels caseros. Tiendas de skincare natural para piel morena, posicionarse por encima de marcas grandes. Tiendas de ropa funcional para personas con movilidad reducida, volverse virales sin gastar un peso en ads.
Ese es el juego que estamos jugando ahora. El que yo enseño, el que trabajamos todos los días con nuestros clientes. El que me permite mirar a los ojos a cualquier emprendedor y decirle: “Sí, se puede. Pero tiene que ser con estrategia.”
¿Y ahora qué? (El momento de tomar decisiones reales)
La mayoría de personas que está empezando en el eCommerce no sabe nada de esto. Nadie les cuenta la verdad. Se lanzan con la ilusión del dropshipping chino y terminan creyendo que el problema son ellos, que el eCommerce “no sirve” o que “esto no es para mí”.
Pero no, el problema no eres tú. El problema es el modelo equivocado.
Lo que necesitas no es otro curso genérico ni una fórmula mágica. Necesitas alguien que ya haya pasado por ahí, que haya probado, fallado, corregido y hoy te pueda mostrar el camino sin cuentos ni adornos.
Por eso estoy creando mi academia en belarcelis.com. Para enseñarte paso a paso cómo lanzar y escalar una tienda online real, con nicho, marca, posicionamiento orgánico, IA y automatización.
No creas que necesitas miles de dólares ni experiencia técnica para comenzar. Solo necesitas claridad, un buen nicho, una mentalidad ganadora… y alguien que te guíe.
Y si estás leyendo esto, no será por casualidad. Tal vez ya sabes que ese alguien… soy yo.